¿Tienes la sensación de tener arena en los ojos?
La sensación de arena en los ojos, o en general la sensación de cuerpo extraño, es un síntoma muy habitual en las consultas de oftalmología. La causa más habitual es la presencia de un ojo seco, es decir, que la lágrima que tenemos es insuficiente para mantener adecuadamente humedecida la superficie ocular. Muchas son las condiciones que predisponen a la sequedad ocular: la menopausia en las mujeres, el trabajo prolongado con pantallas de ordenador, habitar en climas secos, trabajar en lugares climatizados con poca ventilación natural… Por supuesto hay también enfermedades que motivan estos síntomas, como el síndrome de Sjögren y otras enfermedades autoinmunes y de la superficie ocular.
El tratamiento de la sequedad ocular resulta a veces descorazonador para los pacientes pues no siempre es posible lograr una respuesta inmediata y plenamente eficaz a la primera consulta. Solemos ir usando los tratamientos de forma escalonada, comenzando por las lágrimas artificiales más comunes, luego otras más complejas, geles lubricantes, pomadas, para pasar después a otros tratamientos como los inmunosupresores en colirio (como la ciclosporina), el suero autólogo (una especie de lágrima artificial fabricada a base de un extracto de la propia sangre del paciente), el taponamiento de la vía lagrimal excretora (evitando que la poca lágrima disponible se pierda “por el desagüe”), medicamentos estimuladores de la secreción lagrimal (como la pilocarpina oral) y otras soluciones más complejas. A día de hoy estamos en condiciones de ofrecer una solución satisfactoria a la mayoría de pacientes con ojo seco y sensación de arena en los ojos.
Es importante establecer una buena relación médico – paciente, con una buena comunicación y llevar a cabo visitas periódicas para supervisar el estado del ojo, que además suele variar estacionalmente según el ambiente que nos rodea.