Tratamiento a tiempo del estrabismo y ojo vago (ambliopía) en los niños.
El estrabismo (ojos desviados, “bizquera”) y las ametropías (es decir, los defectos de visión que pueden corregirse con gafas) son la principal causa de ambliopía (llamado coloquialmente “ojo vago”). Los niños menores de 6 años son el principal grupo de edad en los que debe hacerse un seguimiento atento, periódico y especializado por un oftalmólogo con experiencia pediátrica. Si los estrabismos y ametropías son tratados a tiempo, en la mayoría de casos lograremos que los niños lleguen a la edad adulta con una visión satisfactoria y simétrica entre ambos ojos. De lo contrario el niño arrastrará esa ambliopía toda su vida. La ambliopía consiste en que el ojo, por la causa que sea (estrabismo, defecto grande de graduación, asimetría entre ambos ojos y un largo etcétera) no llega a desarrollar la capacidad de ver al 100%, es decir, no “aprende a ver”. Me gusta comparar la ambliopía con un motor al que no se le hace bien el rodaje, y queda para siempre poco potente, poco capaz de llevar a cabo su función. Es importante entender que si esa capacidad no se desarrolla antes de los 6 años (hasta incluso los 10 años puede ayudarse parcialmente a ello), el niño, a pesar de usar la gafa o ayuda visual adecuada, o de operarse su estrabismo entonces, no logrará una visión completa nunca.
Suele recomendarse que todos los niños acudan a al menos una revisión oftalmológica entre los 3 y los 5 años para detectar problemas que detectados a tiempo son tratables perfectamente, pero que tardíamente no tienen solución.
Los tratamientos para el ojo vago incluyen diferentes técnicas y procederes, pero siguen siendo las gafas adecuadas y las oclusiones con parche los tratamientos más útiles y necesarios, si bien estos se complementan con procedimientos médicos, quirúrgicos, entrenamiento visual… que ayudan también al tratamiento.